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Maradona y los fierros: la vez que Williams lo quiso subir a un Fórmula 1 y el día que giró en un TC
Diego Armando Maradona no solo fue un genio con la pelota. Su vínculo con el automovilismo dejó historias tan increíbles como reales.
No existen palabras suficientes para describir a Diego Armando Maradona. A lo largo de su vida, el “Diez” demostró que su pasión por el deporte nunca se limitó a una sola disciplina. Por eso se lo vio siempre presente en cada evento que tuvo como protagonistas a argentinos, ya fuera en el tenis, el básquet, el hockey o, por supuesto, el automovilismo.
Su vínculo con el deporte motor fue cercano y genuino, marcado por la admiración, la curiosidad y experiencias que hoy parecen sacadas de una película. Dos de ellas sobresalen por encima del resto: la invitación de Williams para subirse a un Fórmula 1 y el día que giró en un Turismo Carretera.
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La invitación de Williams que sorprendió al mundo
Corría 1987 y Maradona atravesaba uno de los momentos más altos de su carrera. Campeón del mundo con la Selección Argentina en México 86 y figura absoluta del Napoli, Diego era un fenómeno global. En ese contexto, la escudería Williams, protagonista y dominadora de la Fórmula 1 en aquellos años, le hizo llegar una invitación tan inesperada como impactante: subirse a uno de sus monoplazas.
El plan era que Maradona pudiera girar con un Williams FW11, uno de los autos más competitivos de la categoría, en una prueba especialmente organizada para él. La propuesta tenía un fuerte atractivo deportivo, pero también un costado simbólico y mediático: unir a la mayor figura del fútbol mundial con la categoría reina del automovilismo.
Sin embargo, el sueño no llegó a concretarse. Compromisos asumidos con el Napoli, vinculados a la Copa Italia y a la intensa agenda futbolística de Diego, impidieron que la experiencia se llevara adelante. Años más tarde, el propio Maradona reconocería que estuvo muy cerca de cumplir ese deseo, pero que las obligaciones profesionales terminaron frustrando una oportunidad irrepetible.
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Del sueño de la F1 a sentir en primera persona lo que es subirse a un TC
Lo que no ocurrió en la Fórmula 1, sí se dio en el automovilismo argentino. Ya consagrado como leyenda, Maradona vivió una experiencia única cuando se subió a un Turismo Carretera y dio vueltas en un auto de la Máxima.
El episodio se dio junto a Oscar Aventín, quien le abrió las puertas del TC y le permitió sentir desde adentro la potencia, el ruido y la adrenalina de un auto de carrera. Maradona no ocultó su entusiasmo: se mostró sorprendido por la velocidad, el esfuerzo físico y la exigencia que demanda manejar un coche de esas características.
Aquella jornada quedó grabada como una postal inolvidable: el ídolo máximo del fútbol argentino compartiendo pista con uno de los referentes del automovilismo nacional, en un cruce de mundos que solo Diego podía protagonizar.
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