Noticias de hoy

¡Atención! El importante cambio en el cronograma del TC para la definición en La Plata

Carburando

Límite de Pista

La peleoproteómica: las proteínas que reescriben la historia de la vida

Durante décadas, la genética dominó la reconstrucción del pasado. Pero el ADN tiene un límite temporal: rara vez sobrevive más de un millón de años. Ante ese umbral, los científicos encontraron otra herramienta inesperada: las proteínas. La peleoproteómica, el análisis de proteínas preservadas en fósiles, se convirtió en una técnica clave para estudiar especies extintas demasiado antiguas para conservar ADN. Esta disciplina ya permitió reescribir árboles evolutivos, identificar ancestros humanos desconocidos y estudiar animales desaparecidos hace millones de años.

La peleoproteómica: las proteínas que reescriben la historia de la vida
La peleoproteómica: las proteínas que reescriben la historia de la vida

Cuando el ADN no alcanza: las proteínas toman el protagonismo

El ADN es frágil: se degrada con el tiempo y su esperanza de vida en condiciones favorables no supera —según estudios publicados en Nature y Proceedings of the Royal Society B— los 700.000 a 1.000.000 años. Para fósiles más antiguos, los investigadores recurren a la materia orgánica mejor conservada: el colágeno y otras proteínas estructurales presentes en huesos, esmalte dental y cáscaras.

Las proteínas, especialmente el colágeno tipo I, pueden sobrevivir hasta 3,8 millones de años, según un estudio emblemático de 2016 del equipo de Matthew Collins (Universidad de Copenhague), que identificó fragmentos proteicos en un fósil de avestruz del Plioceno. En ambientes excepcionales, algunos trabajos sugieren que podrían resistir incluso más tiempo, lo que abre una ventana evolutiva que el ADN no puede ofrecer.


Cómo funciona la peleoproteómica

La técnica combina extracción química, espectrometría de masas y bioinformática. A partir de un fragmento óseo o de esmalte dental, los científicos detectan secuencias parciales de proteínas que funcionan como una firma biológica. Comparando esos péptidos con bases de datos modernas, es posible identificar parentescos, reconstruir linajes y distinguir especies morfológicamente similares.

El esmalte dental es el “tesoro” de la disciplina: es el tejido biológico más duro del cuerpo y preserva proteínas clave incluso en condiciones climáticas adversas. En 2019, un estudio en Nature analizó proteínas en molares de Gigantopithecus blacki, un primate gigante extinguido hace 2 millones de años, logrando reconstruir su posición evolutiva: resultó ser un pariente lejano de los orangutanes modernos.


Paleontología - Concepto, ramas, historia y objeto de estudio

Reescribiendo la historia humana con proteínas

La peleoproteómica también revolucionó la antropología. En 2020, un equipo de la Universidad de Copenhague logró identificar proteínas en un fósil de un niño neandertal de más de 100.000 años, lo que permitió precisar su sexo y aclarar detalles sobre su linaje materno.

Pero uno de los hitos más comentados llegó en 2021, cuando investigadores chinos y europeos analizaron proteínas antiguas en restos atribuidos al enigmático “Hombre Dragón”. Las secuencias proteicas indicaron que ese homínido, de 146.000 años de antigüedad, podía pertenecer a una rama hermana de los denisovanos, alterando la narrativa sobre la dispersión humana en Asia.

La gran ventaja es evidente: donde el ADN no sobrevive, las proteínas ofrecen un mapa molecular capaz de identificar especies y relaciones evolutivas con notable precisión.


¿Qué viene ahora para esta nueva ciencia del pasado?

La peleoproteómica aún enfrenta desafíos: contaminación moderna, degradación química y la falta de bases de datos proteicas de miles de especies actuales. Sin embargo, los avances tecnológicos —espectrómetros más sensibles, algoritmos de reconstrucción molecular y análisis de inteligencia artificial— están acelerando su adopción.

Los investigadores creen que en los próximos años será posible:

  • determinar dietas prehistóricas comparando proteínas del esmalte,

  • reconstruir linajes completos de mamíferos del Plioceno,

  • identificar especies humanas ancianas de las que no queda ADN alguno,

  • estudiar cómo la evolución molecular afectó resiliencia, crecimiento o enfermedades en poblaciones extintas.


Conclusión
La peleoproteómica nació silenciosamente en los laboratorios, pero hoy ya es una herramienta poderosa para entender la evolución. Allí donde el ADN se borra, las proteínas resisten. Gracias a ellas, fósiles que parecían mudos vuelven a hablar. Y con cada fragmento de colágeno o péptido recuperado, la historia de la vida en la Tierra se vuelve un poco más precisa, más rica y más sorprendente.

Recibir mas informacion sobre
La peleoproteómica: las proteínas que reescriben la historia de la vida

Lo mas leído

TC2000

Ver todas

MotoGP

Ver todas

TCR South America

Ver todas

Internacionales

Ver todas

Turismo Nacional

Ver todas

Córdoba Pista

Ver todas

Sport Prototipo

Ver todas