Límite de Pista
Dónde comer en Bariloche: los bares y restaurantes que no te podés perder
Bariloche no solo es sinónimo de nieve y paisajes. En los últimos años, la ciudad se consolidó como uno de los polos gastronómicos más atractivos del país.

Bariloche no solo enamora por sus paisajes ni por sus pistas de esquí. En los últimos años, la ciudad patagónica se consolidó también como un destino gastronómico de primer nivel. Con cocinas de autor, parrillas clásicas y bares con vista al lago, la oferta es tan variada como su paisaje.
Avellana: cocina patagónica con elegancia
En la Península San Pedro, dentro del hotel Villa Beluno, Avellana se destaca por su propuesta gourmet con productos locales y técnicas europeas. Ideal para una cena especial o una experiencia diferente en un entorno de lujo frente al Nahuel Huapi.
Manush: el clásico de la cerveza artesanal
Hablar de cerveza en Bariloche es hablar de Manush. Con varios locales distribuidos por la ciudad, es uno de los emblemas cerveceros de la Patagonia. Además de sus pintas premiadas, ofrece una carta variada con hamburguesas, picadas y platos abundantes.
Berlina: la cerveza con sello barilochense
Otro ícono local es Berlina, con su fábrica en Colonia Suiza y sus bares a orillas del lago. Cerveza artesanal, buena música y ambiente relajado la convierten en una parada perfecta después de recorrer el Circuito Chico o disfrutar del atardecer.
Terraza Bar: tragos con las mejores vistas
Para quienes buscan algo distinto en el centro, Terraza Bar de Altura se volvió uno de los spots más buscados. Desde su piso 10 ofrece una vista panorámica de la ciudad y una coctelería moderna con tragos de autor. Ideal para cerrar el día con estilo.
La Fonda del Tío: abundancia y tradición
Si lo que buscás es comida casera, porciones generosas y precios razonables, La Fonda del Tío nunca falla. Pastas, milanesas enormes y ambiente familiar la mantienen como uno de los lugares más populares entre locales y turistas.
El Boliche de Alberto: la parrilla de siempre
Una institución barilochense. El Boliche de Alberto conserva la esencia del asado argentino con carnes de primera calidad y una atención que mantiene su fama intacta. Ideal para los que no conciben un viaje al sur sin una buena parrillada.