Turismo Carretera
Compartió equipo con Canapino en el TC, conoció la victoria, pero el destino lo hizo elegir entre el automovilismo y el trabajo
El protagonista de esta historia corrió más de 60 carreras de TC y hace tres años que está abajo porque sus obligaciones el ganaron la pulseada.
- Empezó corriendo con Dodge y su despedida fue con Torino en 2022.
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El Turismo Carretera es una categoría que exigen un grado de compromiso y disponibilidad que obliga a centralizar las actividades de los pilotos a lo que demanda la práctica del deporte motor. Esto a veces se torna difícil de manejar para aquellos protagonistas que además de correr, también tiene que desarrollar tareas profesionales ligadas a otros ámbitos. El desgaste que esto genera se traduce en falta de resultado y en la necesidad de hacer una pausa.
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La historia de Juan Martín Bruno se asemeja a la descripción inicial. Las cuestiones deportivas y las exigencias laborales lo llevaron a un colapso que lo obligó a tomar una decisión. El 11 de diciembre de 2022 en el autódromo de Villicum terminó 25to en lo que fue la última de las 65 competencias que disputó en el TC. Las responsabilidades empresariales lo empujaron a parar porque ya no disfrutaba de su pasión, el automovilismo.
“El día a día de uno es medio loco porque hice un giro importante en los últimos años y estoy plenamente dedicado a mi empresa, que tiene varias actividades de las cuales algunas están ligadas a sponsor que tuve en el automovilismo y también al emprendimiento de mi familia que es la obra, como así también tenemos una empresa de logística. Hoy estoy metido cien por ciento en esto y es un poco el motivo de mi salida del automovilismo porque no lograba hacer las dos cosas”, expresó Bruno en diálogo con Carburando.

El esfuerzo que conllevaban las dos actividades lo esmerilaron y a mitad del 2022 el oriundo de Saladillo tomó la determinación de poner un freno en el plano deportivo. “La situación me fue llevando a eso y lo mío fue algo contradictorio porque a diferencia de lo que suele pasar normalmente, que uno se tiene que bajar por cuestiones económicas, pero en mi caso no era tanto por eso, sino porque no podía manejar las dos cosas”, manifestó.
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Y agregó: “No podía encontrarle la vuelta al Turismo Carretera para hacerlo bien y me estaba consumiendo la actividad privada. Cada vez avanzaba más, a tal punto que dejaba de trabajar para salir hacia una carrera, terminaba la competencia y me volvía a trabajar, entonces lo empecé a no disfrutar desde ese punto de vista y lo laboral le terminó ganando a lo deportivo. Sin querer se empezó a dar así y llegó un momento en que dije que no podía seguir porque no funcionaba. La decisión la tome a mitad del 2022”
Del disfrute al sufrimiento
Bruno debutó en el TC en 2017 y su resultado más resonante fue una victoria en la primera serie de la quinta fecha de 2018 en Posadas. Acumuló casi 70 participaciones y el 2022, su último año, lo encontró a bordo de un Torino del RUS Med Team. Presionado por su realidad laboral, el bonaerense anunció el de 17 de diciembre en un comunicado en sus redes sociales que se bajaba de la categoría.
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“No llegaba a desarrollar ninguna de las dos actividades. El TC lo hacía y había un grupo de gente que trabajaba para que yo pueda correr y tampoco podía progresar con mi empresa. Estaba en los dos lados, pero no estaba en ninguno, así que tomé esa determinación porque lo comencé a sufrir. No fue fácil decidirme porque había compromisos asumidos, toda una vida corriendo y llegar al punto de tener que dejar lo que a uno más le gusta por distintas circunstancias que no pude resolver, así que era lo más sano tener que dejar de lado una pasión”, explicó.
“La idea era parar, bajar un poco la espuma y ver cuándo poder retomar, no en el TC por cuestiones de presupuesto y actividad, pero si en alguna categoría nacional, aunque se me está haciendo un poco más largo de lo que pensaba”, señaló en la misma línea.
Como espectador, una fea sensación
En 2023, Juan Martín apostó a la labor en sus empresas y el automovilismo pasó a segundo plano, aunque estuvo de visita en dos fechas del TC y las vivencias no fueron las mejores. “Hacer una pausa tiene sus cosas buenas y también malas. Fui a dos carreras, pero las sensaciones no me gustaron porque más allá de pasarla bien, cuando se aproximaba la carrera me puse mal y cuando todos iban hacia la grilla para correr, no me gustó nada. En las dos fechas que fui me pasó lo mismo, entonces decidir no ir mucho y después me encontré con que tenía fines de semana libres porque cuando corría, la mitad los tenía ocupados y los otros los usaba para trabajar. Empecé a tener más vida social y familiar, entonces no fue tanto el sufrimiento el año siguiente a dejar, pero si la pasaba mal si iba a las carreras”, aseguró.
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Con las ganas de volver a acelerar intactas, Bruno transita su día a día batallando con la adrenalina que le produce manejar a alta velocidad, pero también tiene claro que su próxima etapa en el automovilismo tiene que ser más “light” para poder cumplir con los compromisos que tienen en sus emprendimientos.
“Hoy siento que estoy reprimido, lo vengo conteniendo todo lo que más puedo y lo consigo manejar, pero tengo la necesidad de volver a correr. Yo creo que tarde o temprano voy a regresar en alguna categoría donde no sea tan exigente desde todos los puntos de vista y que me permite hacer con tranquilidad las dos actividades. Retornar al TC terminaría de la misma manera que me hizo dejar, me encantaría, pero sé que no voy a poder porque obligar a un seguimiento y una responsabilidad que hoy no lo puedo dar”, remarcó.
La espina que le quedó a Juan Martín Bruno
El crédito de Saladillo llegó a la categoría más popular de nuestro automovilismo y pudo correr durante varias temporadas, lo cual lo coloca dentro de un selecto grupo de pilotos. Sin embargo, la gran cuenta pendiente que siente que le quedó es la haber logrado una mayor competitividad, más allá de que considera que su pausa fue en el momento correcto.
“No me arrepiento para nada de la decisión que tomé, pero si me reprochó el no haber descifrado el Turismo Carretera porque lo traté de hacer lo mejor que pude. Llegamos hasta el TC Pista, donde funcionamos bien, después subí de categoría y nunca encajé ni lograr la competitividad que esperaba. Después la decisión creo que estuvo en el momento justo”, puntualizó.
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Para cerrar, Bruno destacó que el TC fue una universidad para la vida y el trabajo. “Como todo deporte de alto nivel te prepara de una forma que te permite afrontar cualquier cosa en diferentes ámbitos. Cualquier piloto que lucha por llegar al Turismo Carretera está preparado para desempeñarse en cualquier actividad desde todo punto de vista. Por otro lado, el automovilismo mirado desde lejos, pero sabiendo cómo es por dentro, es un deporte muy sano, donde hay un ambiente familiar. El deporte motor me dio un montón, me dio mucho más de lo que yo le entregué en todo sentido”, concluyó.