Opinión
TC: ¿Cuál fue la carrera que marcó el quiebre en el año de Canapino?
La victoria de Canapino sobre Rossi en San Nicolás, valió mucho más que puntos: desactivó en gran parte la mayor amenaza de cara a la definición. Hoy ninguno de sus rivales directos suma victorias y llega holgado en puntos a la competencia donde podría alcanzar su quinta estrella en el TC.
El Turismo Carretera se prepara para la última cita de la temporada 2025, donde Agustín Canapino es el gran favorito para quedarse con la Copa de Oro. De lograrlo, el piloto de Arrecifes sumaría su quinta estrella, gracias a una campaña formidable que incluyó excelentes actuaciones a lo largo del año y, especialmente, en el play off. De sus cinco victorias en el año, tres fueron durante esta fase decisiva (San Luis, San Nicolás y Paraná), todas consecutivas. A estas se suman los triunfos obtenidos antes del inicio del playoff (Concepción del Uruguay y Buenos Aires), lo que lo catapultó a ser el principal adversario a vencer.
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Hoy, Canapino lidera la Copa de Oro con 189 puntos, superando por 57,5 a su compañero de equipo, Santiago Mangoni. Además, se encuentra 63 por delante de Matías Rossi y 64,5 de Marcos Landa. De mantenerse este escenario, el ex IndyCar tendría la posibilidad matemática de consagrarse campeón luego de las series clasificatorias que se disputarán el próximo 7 de diciembre en La Plata. Pero las carreras son carreras y hay que correrlas.
Sin embargo, si bien los números son clave, hay una carrera que marcó un quiebre determinante: la final en San Nicolás. Más allá de la victoria en sí, lo verdaderamente trascendental fue el rival al que Canapino derrotó ese 5 de octubre: Matías Rossi. Esa competencia no solo significó un triunfo más, sino un golpe psicológico decisivo. Canapino, que no tenía la necesidad de ganar, comprendió que sí debía hacerlo. ¿Por qué? Porque al mirar por el espejo retrovisor, se encontraba con una sombra de campeón que se iba agrandando, y esa sombra no era otra que la de Rossi.
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Esa victoria le arrebató a Rossi una oportunidad concreta para soñar con el campeonato. Si bien el piloto de Toyota aún tiene una carta para pelear en la última fecha, aquel día perdió más que una carrera. Canapino, por su parte, sumó un diferencial clave, no solo en puntos, sino en motivación y tranquilidad para enfrentar lo que se viene.
Si Rossi hubiese ganado en San Nicolás, la historia sería otra. El campeón de 2014 tendría, entonces, la moral alta y la posibilidad real de pelearle de igual a igual a Canapino en la última cita, con un Toyota Camry que sigue evolucionando. Pero tras ese mano a mano, la balanza se inclinó del lado del "Titán", que llega a la definición con ventaja y con la certeza de que todo depende de su propio rendimiento.
Hoy, Canapino está más cerca que nunca de lograr su objetivo. Los rivales directos no suman victorias, lo que refuerza aún más la confianza del piloto de Canning Motorsport. Si mantiene la misma concentración y determinación que lo llevaron hasta acá, es difícil imaginar un desenlace que no lo consagre como pentacampeón.
