Límite de Pista
La última esperanza de Disney: Marvel se la juega con “Thunderbolts”
En la siguiente nota, repasa una de las series más recomendadas por Disney en los últimos días.

En un momento en que el género de superhéroes parece mostrar signos de fatiga, Marvel Studios ha apostado por una fórmula arriesgada pero necesaria: reunir a un equipo de antihéroes para la película "Thunderbolts". Lejos de los fuegos artificiales digitales y las épicas multiversales de gran escala, esta producción, dirigida por Jake Schreier, propone un enfoque más crudo y centrado en los personajes, y el resultado es un soplo de aire fresco.
La trama sigue a un grupo de inadaptados del Universo Cinematográfico de Marvel, reclutados por la enigmática Condesa Valentina Allegra de Fontaine. Este equipo disfuncional está formado por rostros familiares como Yelena Belova (Florence Pugh), Bucky Barnes (Sebastian Stan), Red Guardian (David Harbour), U.S. Agent (Wyatt Russell) y Fantasma (Hannah John-Kamen), entre otros. La premisa es simple: villanos y antihéroes forzados a trabajar juntos en misiones para el gobierno. Pero lo que realmente impulsa la historia no es la misión en sí, sino las dinámicas internas del grupo.
Lo que hace que "Thunderbolts" funcione tan bien es su enfoque en los personajes. El guion de Eric Pearson y Joanna Calo se toma el tiempo para explorar las heridas emocionales y los traumas de cada miembro del equipo. Yelena Belova, con su humor seco y su dolor palpable, se consolida como la protagonista indiscutible. La química con Bucky Barnes es uno de los puntos fuertes de la película, ofreciendo un contrapunto emocional a la acción. Cada personaje, desde el brutal y trágico U.S. Agent hasta el carismático y paternal Red Guardian, tiene sus momentos para brillar.
Aunque no reinventa el género de superhéroes, "Thunderbolts" ofrece algo que el MCU necesitaba: una película que prioriza el drama humano sobre el espectáculo. Es una historia sobre la redención, el perdón y la búsqueda de un propósito. Es un recordatorio de que las grandes historias de superhéroes no solo se basan en batallas épicas, sino en la complejidad y la humanidad de sus personajes. Una película que, si bien puede no haber roto récords en la taquilla, encuentra su verdadera victoria al reconectar con lo que hace que estas historias resuenen en el corazón de los espectadores.