Otras
Astoul Soprana: el pionero que revolucionó el automovilismo argentino
El balcarceño que a través de su mirada, aplicó a inicios de la década del 70, diferentes conceptos de aviación al automovilismo deportivo.
Cuando Astoul Soprana desembarcó en el automovilismo, sorprendió a propios y extraños. Su llegada estuvo marcada por una idea disruptiva: aplicar conceptos de aerodinámica, inspirados en la observación de un avión, a los autos de carrera. A partir de esa visión, comenzó un camino que lo convertiría en un verdadero innovador del deporte motor.
Con el tiempo, fabricó más de 320 “cafeteras”, como popularmente se conocía a sus vehículos, y cosechó numerosos campeonatos que lo consagraron como referente. Su ingenio no solo marcó una época, sino que dejó una huella que perdura: aún hoy, varios de sus autos continúan compitiendo en diferentes categorías, testimonio de la calidad y eficacia de sus diseños.
Fue además el constructor del Torino Fantasma con el que Juan María Traverso, dejara un capítulo de su histórica trayectoria en Turismo Carretera. Ese auto, durante el mes de agosto del año 1989 llego al taller que sobre la calle 28 de Balcarce, disponía Astoul Soprana, era un Torino ex Rubén Gil Bisella que había adquirido el miramarense Alberto Clerc, concesionario de la marca en Miramar.
- Te puede interesar: Traverso: el día que un balcarceño preparó su TC
El legado de Astoul Soprana trasciende los resultados deportivos. Su nombre quedó asociado a la creatividad, la pasión por la velocidad y una forma distinta de entender el automovilismo, donde la innovación técnica fue tan importante como el talento en la pista.
